Monday, February 28, 2005

un dia1

un dia1

mirar el reloj y observar los numeritos rojos. Son cuatro en total, aunque algunas veces uno de ellos se desaparece. A esa hora (y ellos son la hora!!) son un fatidico trio, indiferente y arrogante. Los observo y sin embargo no se inmutan, solo lo hacen para renovar uno de sus miembros, de forma irrespetuosa como si yo no existiera.
Mirar el techo, lejano, ahí, quieto, cubriéndome, como un protector que sin embargo no puede abrigarme eternamente. Techo de me vida, tanto que te he visto y hasta ahora escribo algunas palabras de agradecimiento por soportar mi mirada sagaz, triste, melancolica,tenue. Por lo menos te saludaré la proxima vez que intente observarte.
Prender la luz, de la lámpara de la mesa de noche, o de la lámpara de la pared. Eso depende de mi ánimo y mi interés por ver luz o más luz. U otras veces no prender ninguna de las dos y quedar en tinieblas interactuando con las cosas como un ciego.

"play:Braveheart, soundtrack, cancion 4"

Tender la cama, mediócremente, intentando siempre batir el record de 5 minutos. Casi nunca puedo. El impedimento es esa cobija gigante que estorba en las esquinas y que no se deja doblar tan fácilmente. Otras veces sucede que el desánimo es tal que mis miebros vuelven a caer sobre el colchón, destendiédo todo o nada, hasta que mi amada conciencia me grita desde adentro injurios y amenazas.

"stop:Braveheart, soundtrack, cancion 4"

Seguir hasta el baño. Mirar en el espejo y ver mi cabello grasoso y maloliente, mis lagañas pegadas a los lagrimales, la irritacion de mis ojos y las ojeras que los rodean, como un asedio.
Entrar a la ducha, con cuidado de levantar bien los pies para no estrellar los dedos contra el borde de la divisón de acrílico;no todas las veces resulta efectivo éste método.
Salir, después de cinco minutos que se van conviertiendo segundo a segundo en seis, en siete (al antojo del siniestro trío), volver a observar el espejo y ver de nuevo la imagen de hace 6 minutos y medio.

"play:Braveheart, soundtrack, cancion 4"

Tomar los interiores, sentarme en la cama, secar los pies, prender la luz, apagarla de nuevo. Los observo y su burla me acrecienta la bilis. "¿es posible que sean tan insolentes?. Guardo todo en la maleta, arrumo la ropa de siempre sobre la almohada y apago la la lámpara. La luz del sol se cuela por las aberturas de la persiana, intrusa y también insolente. Salgo del cuarto, con la mente llena de imágenes, con una apatía total, con sueño y con naúseas. Se me revuelve el estómago y no puedo evitar oler los aromas que provienen de la cocina. Me dan más naúseas.

"stop:Braveheart, soundtrack, cancion 6"

Cruzar hacia el comedor, con la mirada ansiosa de mi madre encima de mi, llevándome la comida a la boca de alguna forma, aguantando la respiración para no vomitar sobre el pulcro comedor mientras miro la ventana y el paisaje que se ve a través de ella: un hipermercado, un caño bordeado por fina hierba, ciclistas, una nube de contaminación que se hace más densa a medida que los buses rojos se vuelven más frecuentes. Y sigo mirando con la garganta sellada y co el estómago totalmente inflamado.

gracias ma y me dirijo al baño. Los ojos rojos siguen, las ojeras no desaparecen y en cambio se notan más por mi bella camisa blanca de algodon almidonado con su cuellito impecable y lista para ser amarrada a la altura del cuello por un corbata vinotinto. ¿Peinado, cepillado, limpio? listo. NO. Este mechón. Lo unto de mucha gel y lo obligo a quedarse atras con todos los demás.¿Listo?. Si.

Salir por la puerta con profunda pereza y con mi eterno arrependtimiento por no abrazar a mi madre que triste ve como me despido fríamente.

y de nuevo

que estupido. "¿a que horas traen el disco duro?". Se voltea con
sorpresa y me mira de una forma dura, con desprecio. "¿mm?". Lo miro.
Miro el computador gris que está debajo de la mesa. Lo vuelvo a mirar y
alcanzo a balbucear algo: "el hp" y en ese instante lo señalo con el
dedo indice. Mira el aparato inerme, me vuelve a mirar y parece que yo
fuera otro objeto, con menos valor que la torre. "ahh". Se va y quedo
petrificado, mientras lo único que me queda es la frase con la que
empecé este párrafo. Y después se preguntan el porque de mi silencio,
de mi hermetismo, de mi indiferencia. De todas formas no me siento
culpable, solo es un aburrimiento aterrador el que me envuelve.

Sunday, February 27, 2005

quitare este amarillo

entrar y ver ese asqueroso color amarillo pollito posandose sobre mis pequeñas letras, dandole una extraña apariencia de tranquilidad, quitándole todo esa mistica que traen las frases torpes que aparecen allí. No. Lo quitaré. y lo despedazaré yme vomitaré sobre el.

a.p.

nada 1.1

Bajó por la carrera octava, nervioso y con miedo dada la hora que casualmente habia elegido para transitar por alí.
-¿me regala una moneda monito?
-no tengo- por lo menos eso era igual y muchas otras cosas también:el restaurante de la esquina donde solía almorzar, la calle hipertransitada que cada mañana debía sortear, el cajero automático donde retiraba el salario que le consignaban cada mes por hacer cosas, que muchas veces ni sabía porque las hacia, el café oma al que nunca entré por cuestiones de dinero y cuestiones de ambiente, la señora gorda de los dulces, la edificación imponente y anhelada para ser cruelmente atacada donde había trabjado por algunos meses, la plaza gigante que servía de lugar de descanso en los momentos que estaba cansado y en los momentos en que queria ver toda la masa de humanos fragmentada por el dinero y por los sueños de tener dinero o más dinero. Si todo tan parecido, pero no igual. Lo sabía porque la idea torturante de que alguien estaba por ahí, era la causa del temor que ahora lo hacía casi correr para ocultarse dentro de la ameba eque justo en ese instante se expnadía torpemente.
-¿Tiene cigarrillos?
-Si
-¿qué vale uno?
-ciento cincuenta
-Deme dos
-¿Se lo prendo¿
-no, gracias.
Temblaba y en sus manos se notaba innegablemente, cosa que lo aterraba y le causaba aún mas temblor haciéndolo pensar en la probabilidad de que fuera descubierto por esa estupidez. "muchos tiemblan por el frío. Yo también tiemblo por el frío y ya". Pero cada vez se iba haciendo más fuerte, lo uq elo obligaba a agarrarse las manos y a cubrirse el cuello con el buso viejo que tenía puesto. La ameba empezó a desintegrarse en algunos lados para luego volver a compactarse por algún tipo de lógica y de nuevo cíclicamente se despedazaba dejando una herida visible. "la necesidad de buscar alimento y zonas de tranquilidad es la que hace que se mueva así. Si tan solo supiera donde está el lugar al que pertenecen las células de mi existencia...si supiera"

por casualidad

Creo que te vi
pero no es creencia
es realidad
lacerante,
dolorosa,
pero piadosa
invocadora de recuerdos
innovadora de sueños
maestra del subsuelo

Creo que te vi
y tu cabello no se extendia
recogido se amontanaba,
las ondulaciones de siempre se perdian
como en una corona de espinas
y tus ojos decorados
con algo de maquillaje
no se posaban en los mios
pequeños e infames

a.p.

Monday, February 21, 2005

nada1

Cuando pasamos por los lugares tan anheladamente consumidos en el momento o momentos sublimes que el tiempo y el cosmos decidieron darnos, para recordar con una sensacion de alegre impotencia cada paso, cada mirada, cada olor, cada imagen, todas aquellas cosas que se traspusieron a los sufrimientos o amarguras, para volverse si querer en sufrimientos más fuertes en virtud de ese algo que nos impide regresar sobre los pasos anteriores, pero no para pisotear torpemente las huellas dejadas, sino para crearlas de nuevo, o acaso mágicamente, para fundirse con ellas dejándolas igual pero a la vez diferentes. Sin embargo, y antes de que el nuevo sufrimiento se albergue en el corazón, disfrutamos brevemente (pero disfrutamos) de aquellas cosas que hicimos y deshicimos y respiramos profundamente y miramos con ansiedad desgarradora como si quisieramos ver algunos de aquellas cosas que existieron y que nos hicieron vivir, como pensando que de repente estamos otravez alli, haciendo lo mismo y sintiendo lo mismo, creyendo frustradamente que todo es igual y que nada, absolutamente nada, ha cambiado, para bien nuestro.