un dia1
mirar el reloj y observar los numeritos rojos. Son cuatro en total, aunque algunas veces uno de ellos se desaparece. A esa hora (y ellos son la hora!!) son un fatidico trio, indiferente y arrogante. Los observo y sin embargo no se inmutan, solo lo hacen para renovar uno de sus miembros, de forma irrespetuosa como si yo no existiera.
Mirar el techo, lejano, ahí, quieto, cubriéndome, como un protector que sin embargo no puede abrigarme eternamente. Techo de me vida, tanto que te he visto y hasta ahora escribo algunas palabras de agradecimiento por soportar mi mirada sagaz, triste, melancolica,tenue. Por lo menos te saludaré la proxima vez que intente observarte.
Prender la luz, de la lámpara de la mesa de noche, o de la lámpara de la pared. Eso depende de mi ánimo y mi interés por ver luz o más luz. U otras veces no prender ninguna de las dos y quedar en tinieblas interactuando con las cosas como un ciego.
"play:Braveheart, soundtrack, cancion 4"
Tender la cama, mediócremente, intentando siempre batir el record de 5 minutos. Casi nunca puedo. El impedimento es esa cobija gigante que estorba en las esquinas y que no se deja doblar tan fácilmente. Otras veces sucede que el desánimo es tal que mis miebros vuelven a caer sobre el colchón, destendiédo todo o nada, hasta que mi amada conciencia me grita desde adentro injurios y amenazas.
"stop:Braveheart, soundtrack, cancion 4"
Seguir hasta el baño. Mirar en el espejo y ver mi cabello grasoso y maloliente, mis lagañas pegadas a los lagrimales, la irritacion de mis ojos y las ojeras que los rodean, como un asedio.
Entrar a la ducha, con cuidado de levantar bien los pies para no estrellar los dedos contra el borde de la divisón de acrílico;no todas las veces resulta efectivo éste método.
Salir, después de cinco minutos que se van conviertiendo segundo a segundo en seis, en siete (al antojo del siniestro trío), volver a observar el espejo y ver de nuevo la imagen de hace 6 minutos y medio.
"play:Braveheart, soundtrack, cancion 4"
Tomar los interiores, sentarme en la cama, secar los pies, prender la luz, apagarla de nuevo. Los observo y su burla me acrecienta la bilis. "¿es posible que sean tan insolentes?. Guardo todo en la maleta, arrumo la ropa de siempre sobre la almohada y apago la la lámpara. La luz del sol se cuela por las aberturas de la persiana, intrusa y también insolente. Salgo del cuarto, con la mente llena de imágenes, con una apatía total, con sueño y con naúseas. Se me revuelve el estómago y no puedo evitar oler los aromas que provienen de la cocina. Me dan más naúseas.
"stop:Braveheart, soundtrack, cancion 6"
Cruzar hacia el comedor, con la mirada ansiosa de mi madre encima de mi, llevándome la comida a la boca de alguna forma, aguantando la respiración para no vomitar sobre el pulcro comedor mientras miro la ventana y el paisaje que se ve a través de ella: un hipermercado, un caño bordeado por fina hierba, ciclistas, una nube de contaminación que se hace más densa a medida que los buses rojos se vuelven más frecuentes. Y sigo mirando con la garganta sellada y co el estómago totalmente inflamado.
gracias ma y me dirijo al baño. Los ojos rojos siguen, las ojeras no desaparecen y en cambio se notan más por mi bella camisa blanca de algodon almidonado con su cuellito impecable y lista para ser amarrada a la altura del cuello por un corbata vinotinto. ¿Peinado, cepillado, limpio? listo. NO. Este mechón. Lo unto de mucha gel y lo obligo a quedarse atras con todos los demás.¿Listo?. Si.
Salir por la puerta con profunda pereza y con mi eterno arrependtimiento por no abrazar a mi madre que triste ve como me despido fríamente.
No comments:
Post a Comment