Thursday, February 13, 2020

El Piñal

 Se acaba el día y ya las gallinas y los copetones deben estar anidados
 los atardeceres de esta ciudad, que a veces son como los de la playa, no me recuerdan en nada los del piñal
 en donde el canto de los sapos y de las cigarras me avisan que la noche es nueva
 aquí solo es un atardecer más

 una hora jornada de hora pico más
 un trayecto más
 un trancón más
 allá también debe ser una cigarra más que canta a la par que una mariposa termina su vida

 vida de un día
 volando por entre los mangos y los limones
 el sol la ha arroyado durante su día
 durante su vida
 y sus alas, que solo duran ese día, descansan cuando la noche nueva madura se va volviendo

 y mientras la cigarra de la noche nueva ya duerme después de su canto viejo
 aquí los carros se van extinguiendo, y los ruidos cesan poco a poco, solo el silencio es interrumpido por un grito, una sirena, una bala
 un llanto
 o una grosería extraviada

 todo es una suma de algo más
 mil autos, mil buses, 1 tonelada de humo, 
 igual a mil cigarras, mil sapos, una tonelada de fragancia del caminante de la noche
 todo al final es una suma de algo más