Sunday, August 12, 2012

El día que nos graduamos prometimos vernos en un par de años en la plazoleta donde habíamos estado durante todo ese último año. Y asi fue. Todos llegaron, diferentes eso si, algunos con el pelo más largo, otros con barba, otros con bebes en los brazos, otros llegaban en autos, algunos otros con personas que nunca había visto, otros con bastantes fotos y muchos otros con invitaciones recién impresas para sus grados o sus matrimonios, o los bautizos de sus hijos. Cuando se saludaron voltearon a mirar hacia donde yo estaba, pero solo fue algo pasajero, al cabo de un rato volvieron con sus historias y sus sonrisas y sus planes futuros; solo Carlos Arturo, que se veía un poco extraño entre todos ellos, preguntó si alguien me había vuelto a ver. No recibió ninguna respuesta. Luego él también se olvidó de eso y trató de seguir el hilo de una de las miles de conversaciones que giraban a mi alrededor.