Ahora no recuerdo donde te conocí,tal vez fue en una estación de transmilenio, me miraste fijamente desde el bus del que te bajaste, luego te dirigiste hacia mi y me preguntaste "sabes en que bahía tomó la ruta hacia el portal de la 80?", a mi lado estaban dos informadores de la estación quienes al ver mi cara de incógnita te respondieron. Luego diste las gracias y te quedaste allí, plantada frente a mi, sin decir nada, con tu abrigo color ocre y tus lentes gruesos tras los cuales unos ojos negros y misteriosos escarbaban dentro de mi. "¿Me acompañas?", "¿a dónde?, "a la biblioteca L.A. Arango". No sabía que decirte, es más, no te dije nada. Agarraste mi mano y me montaste al bus articulado que pasaba en ese momento. "Ese no sirve", "¿Es necesario que sirva?", de nuevo no te dije nada, solo me quedé viendo de nuevo tus lentes y noté que estaban rayados. "¿Puedes verme bien?, tus lentes están muy rayados". "Claro, en realidad solo los utilizó para protegerme del viento, pero si quieres me los quito para cerciorarme de que eres tu". No te entendí, como así que si era YO, ¿acaso me buscabas?. Te los quitaste, tus ojeras delineaban tu parpado inferior. "Si, eres tu, por poco pienso que me había equivocado", "¿a quién buscas?","pues a ti sonsito". Seguí mirándote. Te había visto, antes, no hacía un par de minutos en la estación, mucho antes,tal vez en algún bar de mala muerte a los que iba. Ahora no recuerdo en que bar, ahora no recuerdo a que hora, ni recuerdo en que estado estaba, solo se que tus ojos negros, cual azabache, se posaron en mi durante horas. "Esta vez no me dejes sola". ¿Te dejé sola?, en medio de laberinto mental ni supe cuando ni a que hora, ni en que lugar. "No, no te dejaré sola, sigue mirándome por favor"
escuchando Capricho Vasco op 24 by P. Sarasate
1 comment:
Está chévere tu blog, me gustó el cambio.
Gracias por las visitas.
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