De nuevo ante la lectura de Ribeyro. Intento evocar las sensaciones que pudiera tener cuando se disponía a escribir y terminaba dejando páginas gloriosas, llenas de vastas percepciones, ideas, mundos, tal vez todos ellos de lo más casual que pueda verse, pero que vistos bien de cerca mueven hilillos que saltan de emoción.
La siguiente página es una descripción exacta de mi, escrita con más energía y de mejor manera a como yo lo hubiera podido haber hecho.
"La sensación de fracaso en la que permanentemene me encuentro reside en haber querido establecer un compromiso entre los << placeres de la inteligencia >> y los << placeres de la vida >>.He querido llevar una existencia intelectual,pero sin renunciar a las perspectivas de una vida holgada,cuando teniendo en cuenta mi escasa capacidad de acción, la obtención de uno de estos objetivos apareja el sacrificio del otro. De este modo, careciendo de fortuna y no poseyendo un gran talento, estoy condenado a ser un mediocre vividor y un escritor mediocre"
Es claro ante esto, sentirme espcialmente pariente lejano de Ribeyero, en un acto abusivo, pues su talento es enorme comparado al mío ( y que defecto tan horrible!!), aún cuando lo niegue tenazmente. Tal vez como en una de sus páginas decía sentirse pariente pobre y tardío de Constant y Stendhal, así es mi sensación con él, pero de peor manera, como el efecto de un teléfono roto que va perdiendo la orignalidad, exactitud y belleza del mensaje a medida que pasan los intervinientes en la gran cadena.
2 comments:
Es claro que estando en una obsesión lo más claro es ser predecible,
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