diario 2

herido, llego a casa así, luego de una emboscada en el bosque oscuro, con la sangre deslizándose por mis piernas, por mis brazos, el pecho marchito por los golpes y la cabeza abierta rodeada de un trapo viejo que encontré en el camino. La hemorragia es fuerte y a solas como estoy, creo que estas pueden ser mis últimas palabras...igual, que me levante o no mañana da lo mismo, si no fue esta noche seguramente será la próxima cuando ya mi poca resistencia se acabe en plena batalla.

Por lo demás ya no se ni porque lucho, he leido una carta esta mañana que borró toda esperanza de albergue en el seno de mi señor.