Había dencansado, se había lavado la cara y el pelo se lo había humedecido, se sentía fresco y a salvo del terror de hacía unos minutos cuando de repente vio a Tatiana cruzar la entrada principal, la misma chica que tres semanas antes había sido "sincera" con él diciéndole "torpe con las mujeres". Las palabras se le habían quedado clavadas en el fondo de su pecho, y si no la hubiera vuelto a ver, no habrían sido más que meros rasguños de gatos inofensivo, pero ahora se convertían en heridas profundas de garras de tigre acechado. ¿Qué hacer?, necesitaba un salvavidas, algo que le evitara tener que ser visto por ese monstruo bello que con su cruel sinceridad lo había destruido en una frase. Tatiana se había quedado justo en el único paso hacia la oficina del profesor Genero, y por la postura que había adquirido, parecía que se iba a quedar allí un largo rato: sentada, había abierto un libro y desparramado sobre una mesa una cantidad impresionante de hojas y cuadernos, como si fuera a estudiar allí por horas. La cuestión se complicaba, no se le ocurría nada, quizá llamar al profesor y decirle que aplazaran la entrega era una buena salida, le diría que el permiso en el trabajo le fue denegado por una urgencia que no se esperaba. Es más, siendo tan amigo de su jefe, llamaría a este para que estuviera de acuerdo y al tanto de su versión para evitar cualquier lío en caso de que el Profesor llamara para confirmar la situación.
Sacó su celular y marcó. Malas noticias, no tenía saldo, el último minuto se lo había regalado a su jefe, cosa paradójica por no decir ridícula. Llamó al servicio de recargas pero este estaba inactivo. Inactivo!!, nunca pasaba nada con ese servicio de recargas, o eso creía, pues no era que se la pasara llamando a pedir extratiempo. Intento alrededor de 20 veces pero nada. Ya eran las 4:15 p.m. y el tiempo empezaba a pesar, antes pasaba lentamente, ahora corría endemoniádamente, como en cruel burla por la crítica de lento que Víctor le había hecho una hora antes.
Se le ocurrió depronto algo que había hecho en los baños del colegio, y que ya no había vuelto a recordar, pero que en este momento fue lo más lúcido que se le pudo venir a la mente: Había sido una tarde,de esas en donde había exámenes, y él no llevaba preparado nada, siendo el mejor del salón no podía quedar en ridículo ante las directivas, profesores, compañeros, amigos, enemigos, eran los exámentes finales y debía pasarlos con 5 o por lo menos con 4.8. y en las condiciones en que estaba por mucho lograría un 2. Sería defraudar a mucha gente, y en ese momento Victor no tenía la fuerza para defraudar a alguien. Cuarenta y cinco minutos antes de iniciar los exámenes habló con la profesora Matilde.
- Profe, necesito ir al baño.
- Claro Victor, ve, ni que estuviéramos bravos, eh?
Llevaba ese día un doble par de medias, entró al baño y cerró con llave. Se descalzó y luego se bajó una a una las medias que llevaba más superficialmente. Eran largas y gruesas, las que utilizaba su hermano Germán para jugar fútbol y que justo a la altura del tobillo se marcaban con unas letras bordadas
GARR
Germán Andrés Romero Rojas
Perfecto.
Entró a uno de los sanitarios, quitó la tapa del tanque y tal como lo había imaginado, estaba lleno hasta el tope, tope que había sido impuesto por el mecanismo de pera del sanitario. Forzó la pera hasta al fondo contra la fuerza del agua, y para asegurarse que se quedaría allí al fondo, tomó una de las medias, amarró uno de sus costados a la bola de plástico y el otro a una tuerca que se hallaba al fondo del tanque. De allí no se movería, era fijo, mientras tanto el agua ya empezaba a desbordarse del tanque. Hizo lo mismo con otro de los sanitarios, los que él sabia tenían más fuerza de llenado. Tuvo cuidado de no dejar huellas de sus zapatos y de ponerse antes un par de guantes de latex por si el profesor de matemáticas se le ocurría una de sus fantasías detectivescas para cazar al responsable.
Faltando 5 minutos el rector daba un mensaje por el sistema de parlantes del colegio.
"Señores, se tiene un problema a nivel de la infraestructura de los baños, por lo cual se requiere que desalojen temporalmente la institucion mientras se soluciona el problema. Quiero que por favor salgan al patio de la entrada norte y esperen allí hasta nuevo aviso. Y además quiero pedirles de antemano disculpas si tienen alguna molestia por no realizarse los exámenes que estaban planeados para iniciar en unos minutos. De nuevo gracias. "
Los pasillos, los salones, las oficinas, todo era un desastre, el agua llegaba a un nivel como de 10 o 15 centímetros, suficiente como para preocupar al rector y todas las directivas, y más teniendo en cuenta qu salones y oficinas tenían el piso cubierto de alfombra.
Al cabo de unas semanas las medias fueron la causa de la expulsión de su hermano, a un par de semanas de su grado como bachiller, lo que de entrada truncó su sueño de iniciar su carrera de Arquitectura y de paso le quitó por añadidura todo el apoyo de sus padres, quienes inmediátamente y dado lo conservadores que eran, decidieron quitarle todo el apoyo económico.
Victor se dio cuenta de su error tarde, no prentendía tanto, pero ahora ya no podía decir nada, se sentía, como se dijo antes, incapaz de defraudar en ese momento a alguien y más a sus padres.
2 comments:
A esperas de la tercera parte...
Hola amigo, soy José Manuel Mora Fandos, autor de Leer o no leer. Vi su comentario en el blog de Enrique Baltanás, sobre la posibilidad de comprar el libro en Bogotá. La editorial tiene distribución en Hispanoamérica, por lo que le indico el correo electrónico de la persona que le puede atender en la editorial Biblioteca Nueva, se llama Raquel, que le indicará cómo conseguirlo. Muchas gracias por su interés.
raquel@bibliotecanueva.es
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