Sunday, May 25, 2025

Soledad

 Explotó de la nada, un incendio que se propagó en poco tiempo y consumió muy rápidamente lo que había. Dejó heridos de gravedad, arrasó felicidades, proyectos e ilusiones.

La tierra negra aun por las llamas tan contundentes, sigue humeando, sigue arrojando un vapor violento del que no se sabe si algún día volverá a brotar una semilla de vida.

Monday, April 28, 2025

Promedio 3

 Hernando me miró mientras fumaba un cigarrillo. No sé de dónde lo había sacado, los cigarrillos de nicotina se habían extinguido hacía más de 5 años cuando los movimientos ambientales y progresistas se hicieron al poder de todas las industrias productivas en todo el planeta. Ni lo más artesanal había sobrevivido a la estandarización mundial que ocurrió en ese época.

- Entiendo tu idea. 


Promedio 2

 Pero eso es en general lo que somos Hernando. Y aunque diga “general “ no implica que no me esté refiriendo a todos. Nuestras necesidades son las mismas, necesitamos comer, necesitamos dormir, necesitamos fornicar, necesitarnos tener vicios, necesitamos defecar , orinar. Nuestros órganos son los mismos, habrá algunas  excepciones que más allá de darles rarezas biológicas los vuelve enfermos, o  tan especiales que el mismo “promedio”  que ud cuestiona , los excluye y margina. Incluso cuando surgen movimientos de esas minorías ellos mismos tratan de volver promedio su forma de pensar que alguna vez quizá fue distinta. Es la dictadura del pertenecer , y es que finalmente pertenecer tiende a promediar porque cuando hay muchos queriendo y accediendo a ese pertenecer, esa especialidad y unicidad  se tornan en algo uniforme y hasta universal.

Promedio

 Es aburrido, es irrelevante, no  determina nada, es el resultado soso y mediocre de la mezcla de muchos sabores especiales; no encanta, no enamora, nadie lo ve, es una estadística aburrida donde se coloca lo que no  inspira ni apasiona. Se viste aburrido, se ve gris, se confunde con el color del asfalto, no transmite ninguna emoción más allá de cierta sobriedad. No da temor y tampoco tranquilidad, y si busca algo de notoriedad se notará torpe y perdido. 


La mujer y el hombre promedio, la célula global que aunque muy notoria como masa, como individuo no es mucho más allá de un factor que suma algo a ese movimiento homogéneo y estéril.

Monday, January 13, 2025

Raíz de árbol

 A Héctor no lo había vuelto a ver hacía mucho tiempo, quizá unos 8 o 10 años. Aunque lo recordaba ya delgado y un poco descuidado, la semana pasada que por casualidad lo vi de lejos, me confirmó que quizá esté en sus últimos momentos de su existencia. 


Héctor me decía siempre que no se moría antes porque simplemente su vida no valía un sacrificio tan grande. Su vida era tan pobre y desconsolada que era una estafa hacer ese intercambio en un momento que no era el que  estuviera escrito. “M Ud sabe cuantos miles mueren al día en el mundo? Y de esos miles cuantos son realmente relevantes o importantes para el mundo? O si no son así de relevantes para la sociedad en general cuantos lo son para su familia? Un muerto de esos tiene la importancia de ser la raíz o el tallo del árbol social y comunitario al que le dan vida. Cuando desaparecen ese árbol tiende a secarse o cambiar demasiado su estructura. Yo he visto M morir raíces de árbol , tallos, sustentos, elementos vitales. Y también he visto morir hojas, incluso hojas secas que aunque llevan mucho tiempo así les toma tiempo caerse del árbol sin aportar nada en mucho tiempo”. La diferencia entre un árbol que seca su raíz a un árbol que ve como algunas hojas que caen es literalmente su propia supervivencia”. En este punto H se silenció y no dijo nada más esa tarde.

Monday, December 16, 2024

Un día simplemente no estás

 Un día de repente no ves

O de repente no puedes oír

O de repente no puedes hablar, ni sentir, ni respirar 

Un día tu pecho se detiene, y tu sangre deja de circular 

Y tu cerebro se empieza a secar 

Un día simplemente no estás 

Monday, April 18, 2022

Los años

Ayer vi a Matías Perez. Ya está viejo,  está más delgado, su barba tiene ya algunas manchas de canas, pero sus ojos aún  conservan esa ingenuidad y nobleza que siempre lo han caracterizado.  El pelo lo tiene más corto y la ropa le queda algo grande. No se ve bien, sus zapatos viejos y rotos dan fe de que su situación económica está peor que nunca. Imagino que la pandemia dejó en él esa marca insondable que tal vez ya nunca se vaya. Quise acercarme pero P. me lo impidió. Dice que aunque Matías no es un mal sujeto no es bueno que me vean con él.  Se ve muy solo, camina lento, más que antes y pareciera que ya no mira algo específico. Matías es la antítesis de la persona actual, o de esa persona que nos quieren vender de cualquier manera, a cualquier precio y por cualquier medio. 

Wednesday, December 15, 2021

Hu y Ha p1

Esa noche la reunión era en la casa de Mateo Pereira,  íbamos a emular las noches de Medan, así que invitamos a varios de los que en esa época sabíamos que escribían regularmente y que de alguna u otra manera se habían ganado cierto prestigio en los bares de la candelaria.

Todos pasábamos a un pequeño estrado que Mateo dispuso en la sala de su casa, uno a uno, temerosos, ansiosos, pues éramos un grupo muy crítico, muy incisivo y aún para el más indiferente ante la críticas - Raúl Ramírez - estar rodeado de tantas mentes inquietas y de alguna manera envidiosas y dañadas,  resultaba algo incómodo leer uno de sus cuentos.

A las 12:30 de la noche, luego de la lectura de Miguel Camargo, un cuento aburrido y largo que nadie aplaudió ni del que nadie habló nada, subió al estrado el pequeño Diego Casas, caminando muy lentamente, como si  un imán lo apartara del destino de esa noche. Una vez arriba, miró en torno al pequeño salón mientras se enjugaba el rostro con una servilleta que había tomado minutos antes de la mesa del comedor. Por un momento pensé que se iba a desmayar, pero rápidamente volteó la mirada hacia unas hojas que tenía en la mano, carraspeó y empezó  muy despacio y con voz tenue y temblorosa su historia:

"En cierta ocasión, en un país tan lejano que ya nadie recuerda su nombre, vivían Hu y Ha. Hu era fornido, de pelo negro largo y siempre llevaba una capa roja sobre sus hombros robustos. Ha era alta, de pelo y mejillas rojizas, su piel color nuez madura y sus brazos y manos tan blancas como el cielo,  despertaban curiosidad entre todos los que la rodeaban y los que no, pero que sabían de sus existencia. 

Ha vivía en las montañas, por donde pasaba el río Huandrad, por donde el puente Huanar unía los destinos de las únicas poblaciones de los árboles gigantes de hojas naranjas y verdes, Hurlan y Huerpil. Hun en cambio estaba lejos, en las costas heladas de Harmarin donde su padre construía barcos de madera de hayas  mientras su madre pastoreaba cabras gigantes y burritos chonchitos en las laderas verdes que se asomaban al mar violeta que nadie sabía donde terminaba y que ni las leyenda y mitos se atrevían a estimarlo".

Friday, March 19, 2021

 III 


Hector B. siempre había sido una persona muy reservada, muy aislada, muy solitaria. Matías lo conoció en un café en el centro de la ciudad, por una casualidad extraña cuando asistían en ese lugar  a un conversatorio con un escritor que ya no recordaba quien era, solo recordaba que había sido una perdida de tiempo todo ese día salvo por el encuentro fortuito con Hector.  Ese día, en la barra del café,  Hector le pidió un poco de candela para prender un cigarrillo húmedo que tenía en su mano izquierda. Matías, un poco conmovido, un poco lleno de lástima, le ofreció un cigarrillo seco mientras sacaba una pequeña caja de fósforos que siempre llevaba en su pantalón. Hector, rehuyendo la mirada, tomó rápidamente el cigarrillo y en vez de llevarlo a sus labios para prenderlo con uno de los fósforos, lo guardó en un pequeño maletín que llevaba cruzado en su pecho e insistió con un gesto sutil para prender el cigarrillo mojado. Matías, ya sin pesar ni compasión le alargó el fósforo encendido y luego volvió un poco enojado por ese gesto tan antipático, a su mesa de siempre,  donde estaba con Angela T., Ximena D. y Felipe A.  Se quedó un rato meditabundo tratando de expiar a donde se había ido ese sujeto peculiar que por alguna razón le había llamado la atención, hasta cuando volviendo a la barra y ya sin pistas de Hector, sintió que alguien le rozaba el hombro y desde atrás, con una frase muy corta y puntual le decía,  "perdón si fui grosero, no acostumbro a recibir nada de nadie, mi nombre es Hector, gusto en conocerlo". Cuando volteó a mirar, en medio de un gentío terrible que se arremolinaba pidiendo una cerveza, un trago, un coctel, no halló rastro de ese sujeto,   solo un pequeño tufillo mezclado de cigarrillo barato y café de panadería.