Monday, October 11, 2010

incapacidad para competir

Estoy tan cansado de la competencia, del que sabe más, del que tiene más, del que en general es más, es mejor, es superior. Intento no desacoplarme de esos lineamientos para no caer en un limbo, pero es imposible, por todos lados está. En el trababajo, en el estudio, en la literatura, en los blogs, en los libros, en las calles, en el bus. La gente transpira egocentrismo y la propia negación de tenerlo y poseerlo. Duele aceptarlo. El que escribe el mejor ensayo acapara la atención de maestro y sus compañeros, y se ensalza con comentarios de admiración que a veces van acompañados de fotos y videos. O el que escribe ésta o ésta otra poesía, o ésta o aquella novela, o el que abarca fácilmente todas las actividades con gran entusiasmo y entrega. Para los mediocres, incumplidos y mentirosos nada nos queda, por lo menos para los que sabemos que somos así y no explotamos las esferas en donde estos grandes antiatributos son oro puro. En la línea entre el bien y el mal no somos sino países neutrales destinandos a pasar en vano la corta existencia.